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. Creo en el amor. En ese amor entre cómplices y confidentes; entre amigos, amantes y compañeros. Ese amor de roce entre cuerpos sudorosos y cabellos perfumados, Amor de cálidos besos y caricia genital, de miradas de soslayo y susurros a media voz. Amor de risas y lágrimas compartidas, de almohada común y sábanas coloridas. Amor de impaciente espera y abrazo de bienvenida. Amor de lengua tibia y pecaminosa lujuria, de ingenua dulzura y apasionado escarceo. Amor de confrontación y lucha, sin tregua ni cuartel, donde los amantes arrojan encendidos besos, tratando de vencer sin que el otro caiga jamás vencido, en un cuerpo a cuerpo, piel con piel...
-Jorge Luis Poblet-.
.Porque te tengo y noporque te piensoporque la noche está de ojos abiertosporque la noche pasa y digo amorporque has venido a recoger tu imágeny eres mejor que todas tus imágenesporque eres linda desde el pie hasta el almaporque eres buena desde el alma a míporque te escondes dulce en el orgullopequeña y dulcecorazón corazaporque eres míaporque no eres míaporque te miro y mueroy peor que muerosi no te miro amorsi no te miroporque tú siempre existes donde quierapero existes mejor donde te quieroporque tu boca es sangrey tienes fríotengo que amarte amortengo que amarteaunque esta herida duela como dosaunque te busque y no te encuentrey aunquela noche pase y yo te tengay no.-Mario Benedetti-.
.Quiero morder tu carne,salada y fuerte,empezar por tus brazos hermososcomo ramas de ceibo,seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueñosese pecho-cueva donde se esconde mi cabezahurgando la ternura,ese pecho que suena a tambores y vida continuada.Quedarme allí un rato largoenredando mis manosen ese bosquecito de arbustos que te crecesuave y negro bajo mi piel desnudaseguir después hacia tu ombligohacia ese centro donde te empieza el cosquilleo,irte besando, mordiendo,hasta llegar allía ese lugarcito-apretado y secreto-que se alegra ante mi presenciaque se adelanta a recibirmey viene a míen toda su dureza de macho enardecido.Bajar luego a tus piernasfirmes como tus convicciones guerrilleras,esas piernas donde tu estatura se asientacon las que vienes a mícon las que me sostienes,las que enredas en la noche entre las míasblandas y femeninas.Besar tus pies, amor,que tanto tienen aun que recorrer sin míy volver a escalartehasta apretar tu boca con la mía,hasta llenarme toda de tu saliva y tu alientohasta que entres en mícon la fuerza de la mareay me invadas con tu ir y venirde mar furiosoy quedemos los dos tendidos y sudadosen la arena de las sábanas-Gioconda Belli-.
.DÉJAME sueltas las manos y el corazón, déjame libre!Deja que mis dedos corran por los caminos de tu cuerpo.La pasión —sangre, fuego, besos— me incendia a llamaradas trémulas. Ay, tú no sabes lo que es esto!Es la tempestad de mis sentidosdoblegando la selva sensible de mis nervios. Es la carne que grita con sus ardientes lenguas! Es el incendio! Y estás aquí, mujer, como un madero intactoahora que vuela toda mi vida hecha cenizas hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros!Déjame libre las manosy el corazón, déjame libre!Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo! No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,es precipitación de furias,acercamiento de lo imposible, pero estás tú, estás para dármelo todo, y a darme lo que tienes a la tierra viniste— como yo para contenerte, y desearte, y recibirte! -Pablo Neruda-.